(Homenaje al Día Internacional del Alzhéimer)
- Buenos días señora Carmen.
- Buenos días.
- ¿Qué hace ahí parada con este frío?, se va quedar usted congelada.
- Estoy esperando a mi hijo. Se fue a comprar hace un rato, pero parece que se retrasa -añadió la anciana consultando su reloj.-
- No se preocupe, seguro que no tardará ¿Le importa que la haga compañía?
- Gracias, no te molestes. Seguro que tienes cosas mejores que hacer que acompañar a una vieja como yo. Alguna moza afortunada te estará esperando…
- No es ninguna molestia, se lo aseguro. Nos sentaremos en este banco y esperaremos…
Y Miguel, como cada mañana, se sentaba junto a su anciana madre, esperando a un hijo que jamás estuvo tan cerca…
Hablamos de 1,2 millones de españoles que padecen esta enfermedad (INE), que poco a poco va ganando terreno entre los más mayores de nuestra sociedad, supone la séptima causa de defunción en el mundo. Ser paciente teniendo esta enfermedad no es fácil, todo el entorno del paciente, sus familiares y seres queridos se ven afectados de maneras muy distintas pero patentes. Cada persona involucrada debe pasar por un proceso en el que aprendizaje, crecimiento y empatía estarán presentes durante todo el recorrido. No es asunto solo del paciente, si no de toda su red de contactos.
Los cuidadores también pertenecen a esta red y son parte fundamental a la hora de cómo llevar el desarrollo de la enfermedad, influyen en el paciente y en los familiares. En algunos cuidadores puede llegar a germinar una especie de miedo a la enfermedad que les impide afrontarlo como los pacientes necesitan. Se trata de una dedicación total que exige del cuidador una disposición sana. Sabemos que el papel que desarrollan no es fácil, pero es posible llevarlo de la mejor manera posible, no con resignación sino con empatía y amabilidad.
Los pacientes que sufren alzhéimer deben sentirse queridos de forma constante y esto facilita que su entorno sea amable. Es uno de nuestros objetivos que el paciente esté perfectamente atendido, y para ello es vital que el cuidador descargue sus mejores capacidades en él y que deje las gestiones administrativas para otra parte. Desde GAOD nos encargamos de eso para que el especialista haga bien su trabajo y esto favorezca a toda la familia.
Confiar en los mejores profesionales garantiza la paz y serenidad que se merece toda la familia.
Aprendamos de nuestros mayores a cuidarles como ellos necesitan, para que como Miguel, sepamos estar siempre a su lado para lo que necesiten.
REFERENCIAS
Historia, Autor: desconocido
Artículo propio